Antecedentes

Cuando se descubrió el metal en la Edad de Bronce cambió radicalmente la tecnología y con ella las técnicas de extracción de gemas y joyería. Las primeras joyas fueron huesos, dientes, conchas, pero pronto comenzaron a buscar piedras preciosas. Los minerales eran usados para fabricar las primeras armas, pero enseguida se diferenciaron algunas piedras preciosas bien como talismanes o como adornos, es decir, como joyas. Se conocen minas de extracción de gemas con más de 6000 años de antigüedad.

En la antigua Roma la joyería tiene una gran importancia y se usa por todas las clases sociales, cuanto más llamativas eran las joyas que llevaban esto indicaba un mayor nivel social. Las piedras preciosas se usaban junto con oro y plata en el caso de collares y brazaletes, mientras que los anillos se fabricaban de bronce.

En la Edad Media desde Oriente traían piedras preciosas y semipreciosas a Europa para las joyas reales y eclesiásticas.

El renacimiento trajo una revalorización de la vestimenta iniciando así el desarrollo del sector de la moda que va muy unido a la joyería. Al comienzo del siglo XVII se comenzaron a tallar las piedras preciosas gracias a las nuevas técnicas de joyería por lo que en esta época destaca la mayor variedad y gran colorido de las joyas.

Con las nuevas técnicas para fabricar las joyas éstas se empezaron a clasificar en dos categorías: joyas de diseño con diamantes y otras piedras preciosas de menor categoría. A partir de ese momento se desarrollaron las técnicas de producción industrial lo que permitió producir mayor numero de joyas y también a un menor coste.

Actualmente disponemos de una gran variedad de joyas, tanto de muy bajo coste como a precios muy altos, también podemos ver que la joyería se ha implementado en objetos que utilizamos en el día a día dándoles así mayor valor.